El dato...
Lo venimos repitiendo y no nos cansaremos de hacerlo. La tecnología ha revolucionado el sector de la educación, pero éste no es un fenómeno nuevo. Desde que se inventó elábaco, hace miles de años, la enseñanza se transformó, aunque en este caso de las matemáticas, pero también losprocesadores de texto cambiaron la forma en que se escribían y presentaban las investigaciones, estudios y trabajos.
Aunque muchos de los avances de la historia de la humanidad han revolucionado la educación y la formación (el impacto que tuvo la invención de la imprenta es innegable), la revolución digital, sin duda, ha multiplicado la velocidad a la que se ha transformado el sector en los últimos años. Un sueño, al que está costando adaptarse por su rapidez, que muchos habían imaginado desde hace décadas. Sólo las tecnologías de la información y otros acontecimientos (como la aparición de lossmartphoneso lastablets) han dado la vuelta a la forma en la que hoy en día se enfrentan los estudiantes a su proceso educativo.
Los detalles...
Uno de los grandes avances, sin lugar a dudas, es elE-Learning. Muchos colegios y universidades ofrecían antes de la democratización de Internet programas a distancia. Estos cursos eran difíciles de encontrar y de seguir, y sin embargo, muchas personas que vivían en ciudades sin oportunidades de formación presencial podían acceder a la educación gracias a ellos.
El E-Learning ha cambiado todo este proceso y ecosistema de aprendizaje. Las universidades y centros de formación ofrecen programas de todas las materias que se pueden desarrollar a través de plataformas online. Y, a lo largo de los últimos años (no muchos, la verdad), se han popularizado los programas que combinan la formación presencial y online, es decir, los programasblended, que cada día están ganando mayor popularidad.
Sin duda, la accesibilidad y la capacidad de elección, tanto de programas como de centro de formación o universidad, son las dos primeras ventajas que han llegado con la irrupción de las nuevas tecnologías en el sector.
Pero, la tecnología también ha cambiado la pedagogía. Hoy en día, los profesores, incluso con la ayuda de sus propios alumnos, pueden crear y complementar sus propios materiales educativos, aumentando además los tiempos y lugares en los que tiene lugar la formación. En este sentido, se pueden poner varios ejemplos. Desde la multitud de formatos que se pueden incluir en las lecciones (vídeos,postcast, hipervínculos...), dispositivos que se pueden utilizar (ordenadores, tablets, smartphones...), hasta la posibilidad de realizar videoconferencias para mejorar el contacto entre profesor y alumnos.
En este último sentido, las tecnologías permiten una comunicación continua y prácticamente inmediata entre los docentes y los estudiantes. Los profesores pueden utilizar el correo electrónicos, foros, chats, mensajes de textos, mensajería instantánea para ponerse a disposición de los alumnos que necesiten ayuda. De esta forma, también se pueden mejorar las tutorías. Y con ello, lo que se consigue es mejorar la experiencia de aprendizaje de los distintos alumnos.
Y, no sólo eso. Los profesores también pueden ver cómo su trabajo se facilita gracias a la tecnología. La posibilidad de crear y corregir ejercicios a través de distintas aplicaciones es sólo una de las múltiples opciones que tienen hoy en día a su disposición.
Por último, un aspecto que no hay que dejar de mencionar es el aumento de posibilidades de investigación. Las tradiciones bibliotecas, que seguirán teniendo su espacio, presentan limitaciones en cuanto a la cantidad de fuentes de información disponibles. Internet ha permitido que hoy en día el conocimiento esté al alcance de un solo click. Sin embargo, en este sentido hay saber discernir la información relevante de la que no es y la calidad de la misma.
Hoy ya se pueden encontrar online enciclopedias enteras (un buen ejemplo esWikipediao el hecho de la última edición de la Enciclopedia Británica en papel fuera en 2010), libros y otras herramientas se pueden encontrar en Internet.
Y entonces...
Cada día nos enfrentamos a nuevos avances tecnológicos. Mientras que entre el pergamino y la imprenta pasaron siglos, las últimas novedades de la era digital se llevan apenas unos meses, y de todas ellas se puede intentar aprovechar su potencial para seguir mejorando la formación. Los retos no son pequeños, pero los beneficios que se obtienen del uso de la tecnología en la educación los superan con creces. La tiza ya es prehistoria y hay que abrir la mente a todos los descubrimientos que vendrán.